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.—No sé por qué Brian se casó con ella —dijo Renshaw—.Sé que se sentÃa solo y, bueno, Sarah es atractiva y mostró un descarado y obvio interés por él.Pero es ambiciosa.Muy ambiciosa.Puede verse en sus ojos.Solo querÃa su nombre, querÃa conocer a la gente con la que él trabajaba.No lo querÃa a él.Y lo último que querÃa era a su hija.Renshaw rió con tristeza.—Y entonces ese conductor borracho se sube a la acera y mata a Brian y, de una sentada, Sarah pierde a Brian y se queda con la niña que nunca quiso.Schofield le preguntó:—Entonces, ¿por qué a ella no le cae bien usted?Renshaw rió de nuevo.—Porque le dije a Brian que no se casara con ella.Schofield negó con la cabeza.Sin duda habÃan pasado muchas cosas en la estación polar Wilkes antes de que sus marines y él llegaran.Muchas más de las que podrÃa parecer a simple vista.—¿Están listas las boquillas? —preguntó Schofield.—Todo listo.—Seguiremos con esta conversación —dijo Schofield.Se puso en pie y comenzó a ponerse una de las botellas.—Espere un segundo —dijo Renshaw poniéndose en pie—.¿Va a volver allà ahora? ¿Y si lo matan? Nadie creerá mi historia.—¿Quién ha dicho que yo crea su historia? —dijo Schofield.—La cree.Sé que la cree.—Entonces será mejor que venga conmigo.Para asegurarse de que no me maten —dijo Schofield.Se dirigió a la ventana y miró por ella.Renshaw palideció.—De acuerdo, de acuerdo.Parémonos un segundo a pensar.¿Ha tenido en cuenta que ahà abajo hay orcas? Por no hablar de esa especie de foca que mata orcas.Pero Schofield no le estaba escuchando.Estaba mirando a través de la ventana.En la distancia, hacia el sudoeste (en la parte superior de uno de los acantilados cercanos) vio un destello verde, leve e intermitente.Flas-flas.Flas-flas.Era la luz verde situada en la parte superior de la antena de transmisión de la estación polar Wilkes.—Señor Renshaw, voy a volver allÃ.con o sin usted, independientemente de lo que me encuentre por el camino.—Schofield se volvió para mirarlo—.Vamos.Es hora de recuperar la estación polar Wilkes.Envueltos en dos capas de enormes trajes de buceo de la década de los sesenta, Schofield y Renshaw bucearon a través del gélido silencio de las aguas, respirando con ayuda de las botellas de treinta años de antigüedad.Ambos llevaban un cable de acero atado alrededor de la cintura.El cable se extendÃa hasta el carrete cilÃndrico que Schofield habÃa encontrado en la estación Little America IV, a cerca de kilómetro y medio al noroeste de la estación polar Wilkes.Se trataba de una medida de precaución, por si alguno de ellos se perdÃa o se separaba y tenÃa que regresar a la estación.Schofield portaba un fusil lanzaarpones que habÃa encontrado en la estación Little America.El agua que les rodeaba fue tornándose cristalina conforme descendieron bajo la plataforma de hielo costera hasta un bosque de estalactitas irregulares.El plan de Schofield era nadar bajo la plataforma de hielo, dependiendo de la profundidad que tuviera, y subir hasta el interior de la estación polar Wilkes.En la estación Little America habÃa logrado orientarse por la posición de la luz verde situada en la parte superior de la antena de transmisión de la estación.Schofield supuso que si Renshaw y él podÃan nadar en la dirección de la luz, una vez se metieran bajo la plataforma de hielo, podrÃan llegar hasta el tanque de la base de la estación.Schofield y Renshaw estaban rodeados por un paisaje completamente nÃveo.Las formaciones fantasmales de hielo, como picos de montañas vueltos del revés, se extendÃan hacia abajo durante casi ciento veinte metros.Schofield frunció el ceño dentro de su máscara de buceo.TendrÃan que bajar bastante antes de poder llegar al interior de la estación.Schofield y Renshaw descendieron por la pared de una de las enormes formaciones de hielo.A través de su máscara, lo único que Schofield podÃa ver era una sólida pared de hielo blanco.Tiempo después, llegaron a la base de la formación de hielo, al pico apuntado de la montaña invertida.Lentamente, Schofield comenzó a nadar bajo el pico y la pared desapareció de su vista.Y entonces la vio
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